Tribunal de Contas da União
Carta del presidente de la INTOSAI – abril de 2025
En un contexto global caracterizado por crecientes incertidumbres políticas y profundas transformaciones sociales, las Entidades Fiscalizadoras Superiores (EFS) podrían convertirse en un faro que guíe a la sociedad hacia la estabilidad social, el desarrollo económico y la buena gobernanza. Sin embargo, es preocupante observar el paulatino deterioro de la confianza ciudadana en los gobiernos, los líderes políticos y los medios de comunicación. Este fenómeno afecta directamente la legitimidad y la eficacia de todas las organizaciones, incluidas nuestras entidades de fiscalización.
En diversos países, esta desconfianza hacia las instituciones públicas se ve agravada por casos de corrupción, ineficiencia en la prestación de servicios y falta de transparencia. Si bien las EFS desempeñan un papel clave en la fiscalización y la lucha contra estas problemáticas, su labor no suele ser debidamente comprendida por la ciudadanía. Los informes de auditoría detallados, los dictámenes técnicos y las recomendaciones bien fundamentadas pueden perder relevancia si no se materializan en acciones concretas que la sociedad perciba como herramientas de cambio efectivo.
La INTOSAI mantiene un compromiso inquebrantable con el fortalecimiento de la credibilidad de las EFS a nivel mundial y, por ello, ha seguido de cerca esta cuestión. A finales del año pasado, el Comité Supervisor sobre Asuntos Emergentes (SCEI) publicó el informe titulado «Navegando las Tendencias Globales: Implicaciones Futuras para las Entidades Fiscalizadoras Superiores», que analiza, entre otros aspectos, la pérdida de confianza en las instituciones gubernamentales. El documento presenta datos estadísticos sobre el tema y destaca que, si bien las EFS enfrentan entornos de auditoría cada vez más complejos, también tienen la capacidad de desempeñar un papel fundamental para fomentar la confianza en las instituciones y la democracia. Para reforzar su legitimidad, es esencial que las EFS actúen con independencia institucional, garanticen procesos transparentes y adopten metodologías modernas. Sin embargo, es crucial ir más allá: debemos mejorar cómo comunicamos nuestro trabajo, haciendo que nuestras auditorías sean más accesibles y comprensibles, utilizando un lenguaje claro y estrategias que acerquen las EFS a los ciudadanos.
Muchas EFS de nuestro grupo INTOSAI han destacado en su esfuerzo por revertir la desconfianza. En varios países, estas instituciones están implementando iniciativas innovadoras que amplifican el impacto de las auditorías, como paneles interactivos para monitorear el gasto público en tiempo real, auditorías participativas que involucran a la sociedad en el seguimiento de recomendaciones, el uso de inteligencia artificial para optimizar procesos de auditoría y colaboraciones con instituciones académicas para fortalecer la credibilidad técnica de los análisis. Estas experiencias demuestran que, con voluntad para innovar y dialogar, es posible recuperar la confianza.
Además, la confianza en las EFS está directamente vinculada a la percepción de su imparcialidad e independencia. En algunos contextos, las presiones políticas y los intentos de influencia externa pueden mermar la autonomía de estas instituciones, lo que afecta su credibilidad ante la sociedad. Para evitar este riesgo, es crucial fortalecer los mecanismos de protección institucional, garantizando que las entidades de fiscalización puedan ejercer su mandato con neutralidad y sin interferencias. Este es un compromiso que debe ser asumido de manera colectiva, tanto por la INTOSAI, encargada de promover estándares globales de buenas prácticas, como por cada EFS a nivel individual.
Otro factor determinante para la credibilidad de las EFS es su capacidad de adaptación a los nuevos desafíos. En un mundo en rápida transformación, donde temas como la digitalización, el cambio climático y la desigualdad social ocupan un lugar prioritario, las EFS deben demostrar que están preparadas para auditar eficazmente las políticas públicas relacionadas con estos ámbitos. La confianza ciudadana será inherentemente mayor en aquellas instituciones que muestren capacidad de innovación y un compromiso con los problemas que afectan directamente a la población.
La INTOSAI reconoce que revertir el declive de la confianza en las EFS es un reto global que requiere esfuerzos continuos. Nuestra misión es apoyar a cada EFS en este proceso, brindando directrices, promoviendo el intercambio de buenas prácticas y fomentando acciones que fortalezcan la gobernanza y la rendición de cuentas. Sin embargo, se trata de una responsabilidad compartida: cada EFS, en su contexto nacional, debe asumir el compromiso de reforzar su legitimidad, garantizar su independencia y mejorar la comunicación y ejecución de su trabajo.
La confianza no es un elemento estático, sino un activo que debe cultivarse y protegerse constantemente; pues, aunque es difícil de construir, se pierde con facilidad. Promover la transparencia, mejorar la comunicación, garantizar la independencia y destacar el impacto positivo de nuestro trabajo no solo recupera la credibilidad de las Entidades Fiscalizadoras Superiores, sino que las consolida como pilares esenciales para fortalecer la democracia y promover la buena gobernanza global.